Además, la estrategia de Sheinbaum parece ignorar la complejidad de las relaciones comerciales internacionales. La dependencia de México en las exportaciones de acero y aluminio hacia Estados Unidos es significativa, y la imposición de aranceles podría tener repercusiones económicas severas para el país. La falta de una respuesta firme podría interpretarse como una señal de debilidad en la defensa de los intereses nacionales.

En lugar de explorar alternativas más contundentes, como la búsqueda de nuevos mercados o la implementación de políticas que fortalezcan la industria nacional, el gobierno de Sheinbaum parece confiar en que una carta persuadirá a la administración Trump de revertir su decisión. Esta postura generó dudas sobre la eficacia y determinación del liderazgo mexicano en momentos de tensión comercial.

En resumen, la reacción del gobierno de Claudia Sheinbaum ante los aranceles impuestos por Estados Unidos fue percibida como insuficiente y carente de visión estratégica, poniendo en riesgo sectores clave de la economía mexicana.